24 de febrero de 2014

Listas y más listas

La magia que genera provocar el caos en el proceso de reorganización de una simple repisa (que en realidad es mucho más que eso). Encontrar millones de cosas para recordar y para descartar. Y como siempre la manía de las listas y de seguir generando más listas aún… como la que aparecerá ahora a continuación, donde relato a mi “modo listado”, lo descubierto y redescubierto en esta mini aventura dentro de mi pequeña gran caja de zapatos:

Listas y listas de cosas concluidas y proyectos por llevar a cabo. Impresiones de conversaciones importantes en el día de acontecimientos puntuales y memorables de la historia de mi país. Papeles que ni siquiera merecen ser reciclados. Retazos del pasado y chispas del futuro. Consejos tales como: “si vas a seguir este camino, empezá a pensar como artista; nada de pensamientos ‘normales’”. Bocetos y más listas. Dibujos regalados de grandes amigos y artistas contemporáneos. Fotografías de rostros nuevos en recortes de diarios viejos. Ganas de coser cartón. Ganas de hacer aún más listas y sobre todo de ir tachándolas. Columnas de pros y contras para la toma de decisiones. Canciones que detienen el tiempo y congelan la sangre. Canciones que solo sirven para abultar el basurero. Diseños de viajes... sentimientos cifrados… la rebeldía del olvido.

Comparto una foto de lo que son y fueron algunas de estas listas.

Hace un tiempo, un amigo compartió conmigo un escrito de su autoría dando su visión de lo que son las listas. Creo que no existe nada más atinado que sus palabras para expresar tan claramente lo que significan para mí estos pedazos de papel garabateados… y salió por mano de otro:

"Entre cuadernos y libretitas que nunca se escriben intento llevar adelante eso que se llama porvenir. A veces tan caótico como estos tachones y letras desprolijas. Venidas a cuenta que llegan tarde, anotaciones viejas, borrón y cuenta nueva. Tal vez sea esa la forma de mantener un par de ideales sin estar totalmente jodido. Una forma de disfrutar el hecho de estar vivo sin más. El resto puede ir y venir, de hecho lo hace, sin permiso como se debe. Vaya y pase, que para aprender a vivir sólo es cuestión de relajarse y dejarse estar, con vaivenes, como cualquier ciudadano del mundo".
¡Gracias M.K.!

22 de febrero de 2014

18 de febrero de 2014

De consorcios y nocturnos

... Y así, mientras el Consorcio Victoria descansaba en los cálidos brazos de Morfeo, acompañado por el arrullo sordo de algunos splits encendidos, la desvelada inquilina del departamento 5to se atrevía a dejar sus brillantes pinceladas en la puerta del pasillo…

8 de febrero de 2014

Donde la hornalla se apaga (fragmento)


Desahogo impulsivo sin edición ni correcciones. Carta fragmento.

"Otra estafa de la vida. Si… que el dólar, que los precios, que la energía, que los subsidios, que la política… ¡Basta!

¡Mirá al lado tuyo por favor! Un pasado complejo todos, en mayor o menor medida, lo hemos tenido. En algunos casos, el pasado se mezcla mucho con el presente, y eso es algo por reparar. Yo también la pasé mal. Y lo digo claramente: pasé. Quedó atrás y no tengo ganas de traerlo a mi cabeza nuevamente.

Te reconozco nostálgico; yo también lo soy en parte. Las cosas buenas y las cosas malas también conforman la materia de la que estamos hechos. Y no es posible descartarla, pues sino nos desintegraríamos. Pero todo tiene su proceso. Un inicio, una permanencia determinada y un fin. Y de ello queda lo que debe quedar para seguir construyéndonos. Y no es posible volver atrás. Sería como no querer avanzar. No progresar en un sentido espiritual. 

“Las cosas por algo pasan". Esa es frase de una hermana. Antes no la creía. Me sonaba a predestinación. Pero no es así. Nosotros elegimos qué hacer con lo que nos pasa. Nosotros atraemos lo que nos pasa. Y seguramente, lo que a mí me está pasando ahora, sea por esto. Por ello decido escribirlo, como desahogo y para asentar lo bueno que mañana me sucederá. Para reconocer en este relato esa materia que construyó mi espíritu para lo bueno que vendrá.

Y a la vez hago catarsis. Tengo bronca. Si, la tengo. La tengo porque tu pasado te ciega y siento que no me estás viendo. Puede ser que sea yo la invisible. Ese manto asqueroso que no deja mostrarme en las ocasiones que me gustaría ser vista, como lo es en este momento. 

(…)

Somos muy diferentes y eso me da vértigo. Y me enamoré del vértigo. Me gusta sentirlo y lo disfruto. Pero lo disfruto si es que sé que estamos juntos en esa diferencia. Ése es el vértigo que quiero sentir. El de aprender con vos cerca. Pero siento que no me estás dando la chance. Y allí se pierde toda democracia. Tengo ganas de que nos conozcamos, pero no te acercás ni me dejás acercarme. Tampoco hay igualdad en eso. 

Me gustaría tener la ocasión de decir que lo nuestro funcionó o no… pero no me das siquiera la oportunidad de poder vivirlo. La vida me estafa otra vez en eso. Me lo muestra claramente frente a mi… y me dice: “pero no te ilusiones, que no vas a poder tener la chance”. Y me da bronca… ¡mucha bronca!"