La magia que genera provocar el caos en el proceso de reorganización de una simple repisa (que en realidad es mucho más que eso). Encontrar millones de cosas para recordar y para descartar. Y como siempre la manía de las listas y de seguir generando más listas aún… como la que aparecerá ahora a continuación, donde relato a mi “modo listado”, lo descubierto y redescubierto en esta mini aventura dentro de mi pequeña gran caja de zapatos:
Listas y listas de cosas concluidas y proyectos por llevar a cabo. Impresiones de conversaciones importantes en el día de acontecimientos puntuales y memorables de la historia de mi país. Papeles que ni siquiera merecen ser reciclados. Retazos del pasado y chispas del futuro. Consejos tales como: “si vas a seguir este camino, empezá a pensar como artista; nada de pensamientos ‘normales’”. Bocetos y más listas. Dibujos regalados de grandes amigos y artistas contemporáneos. Fotografías de rostros nuevos en recortes de diarios viejos. Ganas de coser cartón. Ganas de hacer aún más listas y sobre todo de ir tachándolas. Columnas de pros y contras para la toma de decisiones. Canciones que detienen el tiempo y congelan la sangre. Canciones que solo sirven para abultar el basurero. Diseños de viajes... sentimientos cifrados… la rebeldía del olvido.
Comparto una foto de lo que son y fueron algunas de estas listas.
Hace un tiempo, un amigo compartió conmigo un escrito de su autoría dando su visión de lo que son las listas. Creo que no existe nada más atinado que sus palabras para expresar tan claramente lo que significan para mí estos pedazos de papel garabateados… y salió por mano de otro:
"Entre cuadernos y libretitas que nunca se escriben intento llevar adelante eso que se llama porvenir. A veces tan caótico como estos tachones y letras desprolijas. Venidas a cuenta que llegan tarde, anotaciones viejas, borrón y cuenta nueva. Tal vez sea esa la forma de mantener un par de ideales sin estar totalmente jodido. Una forma de disfrutar el hecho de estar vivo sin más. El resto puede ir y venir, de hecho lo hace, sin permiso como se debe. Vaya y pase, que para aprender a vivir sólo es cuestión de relajarse y dejarse estar, con vaivenes, como cualquier ciudadano del mundo".
¡Gracias M.K.!
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